La lucha por determinar cual es la iglesia verdadera es ardua. Cada grupo religioso procura demostrar ser la verdadera iglesia. En este video, procuramos mostrar algunos aspectos de la Iglesia de Cristo que tienen que estar presentes en su iglesia y solo la iglesia católica los posee. Santidad, Universalidad, Apostolicidad, y tener la Tradición Apostólica defendida por la cátedra de San Pedro

CAPÍTULO III

De la verdadera Iglesia de Jesucristo

Parte I
P. ¿Debió fundar Jesucristo una Iglesia?
R. Debió fundarla y la fundó sociedad perfecta con jerarquía para gobernar y enseñar á los fieles, como depositaría de la luz y poder divinos.
P. ¿Es un inmenso bien para el pueblo la institución de la Iglesia?
R. No solo para el pueblo, sino para todos, pues los ilumina y sostiene en la investigación de las verdades que tanto interesa conocer, y que no es dado al hombre encontrar, como no las encontró jamás abandonado
á si mismo aun en los mejores tiempos del cultivo de la razón antigua ó pagana.
P. ¿Acaso no bastaba haber difundido ideas que ellas por si mismas reformasen al género humano?
R. No, señor; porque toda idea se debilita, se esteriliza y se hace infecunda no cuidando de ella una institución para conservarla, desenvolverla y aplicarla.
P ¿Se puede conseguir la salvación fuera de la Iglesia de Jesucristo?
R. No; fuera de la verdadera Iglesia, del modo que lo explica la teología católica, no hay que esperar la salvación.
P. ¿Qué dice el Salvador?
R. «Mirad como un pagano á quien no escuche á la Iglesia.» (Matth. xvin).
P. ¿Qué dice san Cipriano?
R. «Quien no tiene á la Iglesia por Aladre, no puede tener á Dios por Padre.» (Lib. De Unit. Eccles.).
P. ¿De qué comparación se sirven los Santos Padres?
R. «Así como todos los que estaban fuera del arca de Noé, dicen, perecieron en las aguas del diluvio, así se pierden también todos aquellos que no están en la verdadera Iglesia.»
P. ¿Cuál es el nono artículo del Credo?
R. «Creo en la santa Iglesia católica.»
P. ¿Qué significa esto?
R. Que se cree firmemente que es necesario ser miembro de la verdadera Iglesia para poder salvarse.
P. ¿Por qué señales se distingue la verdadera Iglesia de Jesucristo?
R. Por dos principalmente, y son: primera, que haya sido establecida mas de mil ochocientos años antes de nosotros; segunda, que haya subsistido siempre desde entonces.
P. ¿Por qué decís que la verdadera Iglesia ha debido ser establecida hace ya mas de mil ochocientos años?
R. Porque Jesucristo es quien la ha fundado, y Jesucristo vino ya hace mil ochocientos años.
P. ¿Por qué decís que la verdadera Iglesia ha debido subsistir siempre desde que fue establecida?
R. Porque Jesucristo prometió su perpetuidad por estas palabras: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecían contra ella: y por estas otras que dijo á sus discípulo: Estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos.
P. ¿Cómo llama san Pablo á 1 Iglesia?
R. «Columna y firmamento de la verdad.» (I Timoth.ni, 16).
P. Si fuese cierto que la Iglesia había caído alguna vez en error y en idolatría, ¿Qué se seguiría de esto?
R. Se seguiría que el Salvador era un falso profeta, un arquitecto insensato. Seria lo primero, porque, contra su predicción, habían prevalecido contra la Iglesia las puertas del infierno; y seria lo segundo, por que no habría levantado su Iglesia sobre la roca, sino sobre arena, como el arquitecto de quien habla san Mateo.
P. ¿Qué conclusión deducís de todo esto?
R. Que la Iglesia no ha errado nunca en materia de fe y de costumbres, y que es necesario atenerse con firmeza a todo cuanto nos enseña.
P. ¿No es esto una verdadera maravilla?
R. Lo es, y muy grande. Porque habiéndose, durante diez y nueve siglos, llenado de ruinas materiales ó intelectuales ol mundo, solo la Iglesia ha enseñado, sin errar ni contradecirse, la verdad, que siempre por todas partes y por todos fue creída.

Parte II
P. ¿Dónde se encuentran las dos señales do la verdadera Iglesia, de que se ha hablado?
R. En la Iglesia Católica.
P. ¿Hace ya mas de mil ochocientos años que fué establecida?
R. Si señor; y no se puede señalar un tiempo posterior en que haya sido fundada,
P. ¿Ha subsistido siempre sin interrupción la Iglesia Católica?
R. Sí, señor; pues no puede decirse cuándo y por cuánto tiempo ha estado interrumpida.
P. ¿Cómo prueba san Agustín que la Iglesia de su tiempo tenia la antigüedad necesaria, junto con la perpetuidad?
R. Lo prueba por la sucesión no interrumipida de los Papas, cuyos nombres enumera, unos tras otros. (Ep,ad Gener).
P. ¿Cuántos enumera hasta su tiempo?
R. Treinta y nueve.
P. ¿Cuántos contamos ahora desde san Pedro hasta León XIII, que gobierna hoy la Iglesia?
R. Doscientos cincuenta y ocho.
P. ¿Conviene á las iglesias luterana, evangelista, calvinista, ó cualquiera otra, las dos señales de que hemos hablado?
R. De manera alguna: porque hace poco mas de trescientos años que fué establecida la una, cuando Latero empezó en el año de 1517 á predicar su doctrina; veinte y cinco años después la de Calvino, y del mismo tiempo ó posterior las demás; datando la evangelista del año 1817.
P. No había iglesia luterana, evangelista ni calvinista antes de Latero y de Calvino
R. No: no había ninguna sociedad que profesase su doctrina; ningún autor habla de ella, ni en ningún país era conocida.
P. ¿Cuál, pues, es el raciocinio que hacéis?
R. El siguiente: la verdadera Iglesia de Jesucristo debe de haber sido establecida hace ya mil ochocientos años; es así que las Iglesias luterana, evangelista y calvinista no son tan antiguas, Iuego no son la verdadera Iglesia de Jesucristo.
P. ¿No podrían responder los adversarios que la Iglesia ha creído lo que ellos en los cuatro primeros siglos; que después se ha alterado la pureza de la doctrina, y que fue necesario que Lutero y Calvino viniesen á reformarla?
R. Esta réplica por nada puede embarazarnos; pues además de que por confesión, propia resulta que las iglesias luterana y calvinista no cuentan mas que trescientos años, y la evangelista sesenta y ocho, siendo así que la verdadera Iglesia debe contar mas de mil ochocientos, los luteranos, evangelistas y calvinistas no podrán jamás probar que se crea hoy en la Iglesia católica lo que explícita ó implícitamente no se creyese en la Iglesia de los cuatro primeros siglos.

Parte Ill
P. ¿Qué pregunta es la que debe hacerse á los luteranos, calvinistas, evangelistas y cualesquiera otros, á que jamás podrán responder?
R. Es preciso preguntarles dónde estaba la verdadera Iglesia antes de Lutero, de Calvino y de los demás heresiareas.
P. ¿ No podrían respondernos que la Iglesia era entonces invisible, y que ha habido siempre gentes que lian profesado la doctrina de Lutero y de Calvino, pero sin atreverse á profesarla abiertamente?
R. Esta respuesta no puede satisfacer á ninguna persona racional, porque las personas que profesan otra creencia diferente de la que tienen en el corazón, son hipócritas y traidores á la Religión, y no son capaces, por lo mismo, de componer la verdadera Iglesia de Jesucristo, que no es mendaz ni hipócrita.
P. ¿No estuvo invisible la Iglesia judaica algún tiempo? ¿No dijo Dios al profeta Elias que había ocultos siete mil hombres que no doblaban su rodilla ante Baal?
R. Cuando la Iglesia judaica estaba invisible en el reino de Israel, florecía sobremanera en el de Judá. Y además hay una diferencia inmensa entre la Iglesia cristiana y la Iglesia judaica, porque á esta última no se le había hecho la promesa de que no prevalecerían contra ella las puertas del infierno, como se ha hecho á la Iglesia cristiana.
P. ¿Cómo probáis todavía la necesidad de que la Iglesia haya sido siempre visible?
R. Porque no siéndolo, no se hubiera podido cumplir el mandamiento de Jesucristo que ordena que se lleven las dudas y las quejas á la Iglesia, y que se acaten sus decisiones. Además, la ciudad puesta sobre el monte de luz habla el Evangelio, representa claramente la visibilidad de la Iglesia de Jesucristo.
P. ¿Por qué mas?
R. Porque siendo la Iglesia una sociedad, y no siendo visible, sus miembros no podrían mantener entre sí aquellas mutuas relaciones que entre ellos son necesarias, ni cumplir los deberes que les incumben, tales como confesar exteriormente la fe, recibir los Sacramentos, someterse á los superiores y tributar á Dios un culto público y externo.
P. ¿Basta este carácter de la visibilidad para reconocer la verdadera Iglesia?
R. Para lo que basta es para desechar todas las sectas que uo le hayan tenido siempre, como le ha tenido la Iglesia católica, dia por día y hora por hora.
P. ¿No tienen nada que responder los adversarios cuando seles pregunta dónde estabula verdadera Iglesia antes de Lutero y Calvino?
R. Algunos dicen que la verdadera Iglesia se hallaba entonces entre los hussitas ó entre los valdenses.
P. ¿Puede sostenerse esta respuesta?
R. No, señor, por dos razones: primera, porque los hussitas y valdenses tenían una creencia diferente de la de los luteranos y calvinistas, y por consiguiente estos no podían mirar á aquellos como hermanos, ni componer con ellos una misma Iglesia. Y la segunda razón es, que aun cuando fuese una misma la creencia por parte de unos y de otros, no se pueden remontar los luteranos con el auxilio de los hussitas y valdenses, mas que al siglo Xll.
P. ¿Y no basta esto?
R. No, señor; porque seria necesario hacernos ver donde había estado la verdadera Iglesia desde el siglo IV hasta el XII.
P. ¿Que diríais á los protestantes si os replicasen que la Iglesia católica era la verdadera Iglesia antes de Lutero y de Calvino, pero que después se introdujeron en ella errores y abusos que ha sido necesario corregir?
R. Si la Iglesia católica era la verdadera Iglesia antes de Latero, debe serlo también hoy, y no hay razon para haberse separado de ella, enseñando, como enseña las mismas verdades.
P. Es verdad; pero ¿qué decís de los errores que se imputan á la Iglesia?
R. Estos errores, ó eran perjudiciales á la salvación o no lo eran. Si lo eran, se seguiría que se había arruinado la iglesia de Jesucristo, contra la expresa promesa del Salvador. Si no lo eran, claro es que no han debido separarse los protestantes de la iglesia católica, porque á nadie es permitido separarse de la verdadera iglesia de Jesucristo.
P. ¿No podrían decirnos los protestantes que ellos no se han separado de nosotros, sino que nosotros nos hemos separado de ellos?
R. Cuando hay dos sociedades, una grande y otra pequeña, una antigua y otra nueva, no se hace á la grande y antigua responsable de la separación, sino á la que es pequeña y nueva.

 


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